¡Brindo por la soledad!

Hoy es el #diamundialdebrindarporlasoledad y quiero compartirte parte de mi historia por si te inspira o por si estás pasando por el dolor de la soledad y pueda aportarte la paz que necesita... porque ¡todo pasa!.

Una de las cosas que más me aterraba era la soledad.

Yo no era consciente pero una de las cosas que más me aterraba era la soledad. He ido enlazando relaciones toda mi vida y pensaba que simplemente “se me daba así” pero cuando empecé en el camino del autoconocimiento, entendí que la herida de abandono causa este miedo de manera inconsciente y eso afectaba mi manera de relacionarme con los demás.

Este miedo hacía que enlazara relaciones, que tolerara cosas en mis relaciones que no eran sanas y que incluso dejara de ser yo para sentirme amada y que la otra persona “no me abandonara”.

Aún y cuando fui consciente de ello, me ha llevado algún tiempo aprender y disfrutar estando sola; ya ni siquiera lo veo así, sino es un tiempo para estar conmigo misma, disfrutar de mi propia compañía y ser plena y feliz así.

Pasar del miedo a la soledad al disfrute de la soledad elegida ha sido uno de los procesos más resilientes y transformadores que he vivido.

Sé que cuando se trata de la soledad no elegida el camino se puede hacer más duro, pero todo pasa y créeme que llegara un momento en que dejará de doler, date tiempo, acéptate en cada parte del proceso, respeta tu ritmo y ámate.

Ya han pasado 2 años desde que inicié este proceso consciente de afrontar ese miedo a la soledad y aunque no hay recetas mágicas, sí puedo decirte que solo hasta que sientas y atravieses ese miedo es que podrás trascenderlo y vale la pena porque del otro lado está la mujer que realmente eres, haciendo lo que realmente quiere hacer y llevando la vida que realmente quiere.

No es lo mismo estar sola que sentirse sola

Seguro que te ha pasado alguna vez de estar con gente o en pareja y sentirte sola, sin embargo, estar sola y no sentirte sola (porque nunca lo estás!) es lo máximoooo.

Brindo por ti, por mí y por todas las mujeres que disfrutamos de nuestra “soledad” y si te sientes sola pregúntate:

• ¿Qué hace que me sienta así?

• ¿Qué mensaje tiene esa sensación para mí?

• ¿Qué puedo hacer para sentir paz en este momento?

• ¿Qué puedo hacer para transformar esta sensación en algo positivo para mí?

Y recuerda, sin exigencias, acepta y ama tu proceso.