El Poder de las Lágrimas: Un Viaje de Sanación
- Paola Valderrama
- 14 oct 2023
- 2 Min. de lectura
¿Te ha pasado alguna vez estar rodeada de gente y sentirte fuera de onda?
Hace poco, me encontraba en un concierto cuando de repente, una pareja apareció junto a mí con su mascota. El chico sostenía al perrito en brazos, y su hocico quedaba muy cerca de mi hombro. Al principio, no pude evitar mirarlo, como suelo hacerlo con todos los perritos que encuentro. Observé a la pareja, quienes irradiaban felicidad mientras compartían un hermoso momento. Ella acariciaba al perrito de vez en cuando.
En ese momento, me encontraba dividida entre el concierto y esta encantadora escena. Pero algo sorprendente sucedió cuando, en un momento de esos, me volví hacia ellos y el perrito empezó a lamer cariñosamente a su dueña. Fue entonces cuando un pensamiento inesperado cruzó por mi mente: "Wow, quizás nunca vuelva a experimentar algo así". Mi decisión actual es no tener otra mascota, al menos por ahora.
De repente, las lágrimas comenzaron a brotar por mis mejillas, mientras todos a mi alrededor cantaban y bailaban.
Inicialmente, traté de "controlar" mis lágrimas porque no parecía el "lugar adecuado" para mostrar mis emociones. Sin embargo, pronto comprendí que mi interior sabía mejor y decidió no escucharme. Así que lloré en medio de la alegría y la diversión de la multitud. Lloré porque extraño a Candy, porque la veo en cada perrito que encuentro, la encuentro en mis sueños, la siento en mi corazón y la añoro cada día desde el 27 de diciembre.
En ese momento, me permití sentir el dolor en medio de la alegría y conecté con su memoria para transformarlo en amor. Mientras regresaba a casa después del concierto, vi a una perrita que se parecía mucho a Candy cuando era cachorra, y volví a sentir la ternura que siempre experimentaba con ella.
No estoy segura de haber superado completamente todas las etapas del duelo, pero quería compartir mi historia contigo, por si también estás pasando por una experiencia similar.
Te animo a que sientas todas las emociones que surjan, incluso las más dolorosas, sin importar cuándo o dónde aparezcan, ya que solo así podrás sanar el dolor de la pérdida.
Sé que no es fácil. En mi caso, oculté mi dolor bajo la superficie durante meses, y esto tuvo un impacto negativo en mi salud y mis relaciones. Puedes preguntarte, ¿qué tiene que ver esto? Bueno, estaba constantemente irritable, enfadada, frustrada y enojada, y no entendía por qué. A pesar de aplicar todas las herramientas, técnicas y ejercicios que conocía, nada parecía dar resultados, lo que solo aumentaba mi frustración.
Hasta que, finalmente, en una sesión de terapia, pude levantar un poco esa "alfombra" emocional, gracias a la ayuda de mi terapeuta. Ella me mostró que era necesario tanto para mi bienestar como para el de Candy poder liberar esas emociones.
Así que, si estás atravesando un proceso de duelo, te animo a permitirte sentir y expresar todas las emociones que surjan, ya que son una parte fundamental del proceso de sanación.
Levanta tu alfombra emocional... solo así podrás sanar
Te abrazo con el corazón
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